Marco Antonio era sobrino segundo de Julio CĆ©sar por parte de su madre, Julia Antonia, que era su prima hermana. Julia quedĆ³ viuda cuando Marco Antonio era un niƱo y Ć©ste creciĆ³ vagando por las calles de Roma con sus hermanos y amigos. Plutarco nos cuenta que antes de cumplir los veinte aƱos frecuentaba las casas de apuestas, se daba a la bebida y se convirtiĆ³ en un mujeriego. TambiĆ©n nos habla de que llegĆ³ a estar tan endeudado que tuvo que huir a Grecia para escapar de sus acreedores, aunque esto Ćŗltimo no es mĆ”s que un rumor; pero estĆ” claro que el muchacho no llevaba una vida ejemplar, precisamente.
Fuera o no por causa de las deudas, Antonio estuvo en Grecia y allĆ acudiĆ³ a las clases que impartĆan los filĆ³sofos de Atenas, algo que solĆan hacer muchos jĆ³venes romanos. A partir de aquĆ, comenzĆ³ a sentar la cabeza y participĆ³ en la campaƱa contra AristĆ³bulo de Judea emprendida por el procĆ³nsul de Siria, Aulo Gabinio. AllĆ obtuvo su primera distinciĆ³n militar. MĆ”s tarde estuvo en Egipto ayudando a restablecer en el trono a Tolomeo el Flautista cuando fue derrocado por su propia hija. AllĆ pudo ver por primera vez a Cleopatra, aunque todavĆa era una niƱa por aquel entonces.
Por influencia de algunos amigos o quizĆ”s de su propia madre llegĆ³ a formar parte de los mĆ”s allegados a CĆ©sar, que le dio la oportunidad de demostrar su liderazgo militar en la guerra de las Galias. Marco Antonio no defraudĆ³ en lo militar, sin embargo, CĆ©sar llegarĆa a decir que su conducta le hacĆa irritar frecuentemente. Y a pesar de todo, llegarĆa a ganarse su confianza y lo propuso para el cargo de cuestor, augur y tribuno de la plebe, para convertirse poco a poco en su mano derecha. Durante el periodo de la guerra civil contra Pompeyo, Marco Antonio fue su segundo al mando y cuando CĆ©sar marchĆ³ a Ćfrica, Ć©l quedĆ³ como cĆ³nsul en Roma.
Ahora que CĆ©sar era dictador, Marco Antonio fue nombrado magister equitum. En teorĆa, este cargo consistĆa en dirigir la caballerĆa romana, pero en realidad era algo asĆ como un lugarteniente del dictador o un primer ministro. En febrero del 44 durante las fiestas llamadas lupercales, Marco Antonio y CĆ©sar escenificaron una pantomima en la que querĆan dejar claro que CĆ©sar no pretendĆa ser rey de Roma. Antonio ofreciĆ³ una diadema, sĆmbolo de la monarquĆa. Hubo quien gritĆ³ entusiasmado que la aceptara; pero tambiĆ©n hubo quien demostrĆ³ su rechazo. CĆ©sar no aceptĆ³ la diadema y todos aplaudieron el gesto. Pero quizĆ” esta puesta en escena fue un error, pues hubo quien interpretĆ³ que CĆ©sar simplemente querĆa tantear si el pueblo estaba a favor o en contra de que se proclamara rey.
Pero no todo eran buenos rollos entre CĆ©sar y su mano derecha. Ya hemos contado que Antonio tenĆa cierto carĆ”cter que irritaba a CĆ©sar y el caso es que el dictador, esta vez llevaba razĆ³n. Antonio, por lo visto, quiso pasarse de listo y simulĆ³ la compra de unas propiedades que habĆan pertenecido a Pompeyo, pero como Pompeyo estaba muerto, ¿para quĆ© pagar? Pero CĆ©sar, que se dio cuenta del chanchullo lo llamĆ³ para sugerirle que pagara lo que debĆa. Antonio montĆ³ en cĆ³lera y protagonizĆ³ algunos altercados en la ciudad, motivo por el que fue relevado de todos sus cargos. Finalmente, al cabo de algĆŗn tiempo, Antonio fue llamado por CĆ©sar y ambos se reconciliaron, ya que el dictador querĆa contar con Ć©l para sus proyectos inmediatos de conquistar Dacia y Partia.
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