La armada invencible 7. Drake ataca primero

El granadino don Ɓlvaro BazĆ”n y GuzmĆ”n, I MarquĆ©s de Santa Cruz y Grande de EspaƱa y muchas cosas mĆ”s, era tambiĆ©n el mejor marino y mejor constructor de buques del mundo. Ɖl fue el principal artĆ­fice de la victoria en la batalla de Lepanto y a Ć©l se le iban a otorgar tambiĆ©n la misiĆ³n de invadir Inglaterra y por supuesto, la construcciĆ³n de 40 navĆ­os nuevos. La construcciĆ³n tendrĆ­a lugar en la bahĆ­a de CĆ”diz. AllĆ­, en el sur, estarĆ­an bien resguardados los buques. Pues allĆ­ mismo se plantĆ³ el pirata Drake entrando en la mismĆ­sima bahĆ­a para daƱar 30 de los 40 barcos que ya estaban construyĆ©ndose. ¿CĆ³mo fue esto posible? ¿Por quĆ© la bahĆ­a de CĆ”diz no estuvo mejor resguardada?
Hay que resaltar que Inglaterra ya disponĆ­a de una gran y moderna flota y que el culpable de su construcciĆ³n fue el propio Felipe II, que animĆ³ a MarĆ­a a que la pusiera en marcha y a que utilizara las Ćŗltimas tĆ©cnicas de construcciĆ³n.
Los barcos eran ligeros y muy maniobrables, y esto iba a volverse ahora en contra del propio Felipe. Francis Drake habĆ­a dado un gran rodeo para no ser avistado desde las costas y cuando estaba frente a CĆ”diz ya era tarde y los barcos espaƱoles no pudieron detenerlo. Hubo enfrentamientos y se consiguiĆ³ expulsar a la flota de Drake de la bahĆ­a, pero para entonces los ingleses ya habĆ­an conseguido su propĆ³sito de daƱar los barcos en construcciĆ³n y huyeron a toda velocidad sin poder ser alcanzados por los barcos espaƱoles que eran mĆ”s pesados y lentos.

Drake, aprovechando la ventaja que llevaba, pudo entretenerse por los puertos que iba encontrando en su regreso hacia el norte y en ir destruyendo navĆ­os incluso de pesca, todo cuanto pudiera ser utilizado por la armada espaƱola, aunque fuera para transportar vĆ­veres. Para poner la guinda a su viaje, antes de regresar a Inglaterra se dio el lujo de apresar uno de los barcos que venĆ­a de AmĆ©rica cargado de tesoros, el San Felipe, que para mĆ”s recochineo tenĆ­a el nombre del rey espaƱol. La cosa le saliĆ³ redonda a Drake y la reina Isabel se hinchĆ³ de orgullo hasta no caber dentro de su estrecho traje, ante tan exitosa campaƱa de su pirata favorito. HabĆ­a fracasado el plan de sublevar a los catĆ³licos en su contra y ahora la flota espaƱola estaba destruida, ¿quĆ© mĆ”s podĆ­a pedir? Por cierto, que aquella fallida sublevaciĆ³n tuvo una vĆ­ctima de la que no hemos hablado.

MarĆ­a Estuardo era la reina de Escocia y era catĆ³lica, y como tal, era sospechosa de todo cuanto se moviera en contra del protestantismo inglĆ©s. Enrique VIII habĆ­a nombrado a MarĆ­a Estuardo como la siguiente, despuĆ©s de Isabel, en la lĆ­nea sucesoria de la corona inglesa, por lo que, era vista con mĆ”s recelo aĆŗn por Isabel. Las revueltas protestantes en Escocia le arrebataron el trono y MarĆ­a huyĆ³ a Inglaterra. AllĆ­ fue capturada y encerrada acusada de haber conspirado contra Isabel. Fue declarada culpable y aunque se dice que Isabel se opuso a que la condenaran a muerte, posiblemente porque era prima suya, finalmente y ante la presiĆ³n del parlamento tuvo que acceder a que se cumpliera la ejecuciĆ³n y fue decapitada en el castillo de Fotheringhay.

El destrozo causado por Drake no desanimĆ³ en absoluto a Felipe para seguir adelante con sus planes. La captura de un barco cargado de oro y plata le venĆ­a muy bien a las arcas inglesas, pero en absoluto era un contratiempo para EspaƱa, pues llegaban muchos mĆ”s. Eso sĆ­, el proyecto tuvo que retrasarse un aƱo y esto darĆ­a ventaja a los ingleses que tendrĆ­an mĆ”s tiempo para preparar sus defensas, pero los barcos se construirĆ­an. El Ćŗnico inconveniente era que Ɓlvaro BazĆ”n, encargado de la misiĆ³n, ya no era ningĆŗn niƱo; nada le iba a impedir terminar la construcciĆ³n de los barcos, pero hacerse cargo de la invasiĆ³n de Inglaterra, era ya otro cantar. Y mientras tanto, Alejandro Farnesio, otro de los que luchĆ³ triunfalmente en Lepanto, veĆ­a con malos ojos esta empresa. Estaba a cargo de los tercios de Flandes y habĆ­a conseguido pacificar los PaĆ­ses Bajos; y retirar a 30.000 hombres de allĆ­ podĆ­a significar un nuevo levantamiento al dejar desguarnecidas sus posiciones. Por otra parte, parece ser que Farnesio era un gran diplomĆ”tico y habĆ­a tenido contactos con la reina Isabel. SegĆŗn Ć©l, Inglaterra tenĆ­a serios problemas econĆ³micos e Isabel estaba dispuesta a negociar la paz con EspaƱa. Por eso, su negativa al plan de invasiĆ³n. Y a todo esto, ¿le habĆ­a dado el rey permiso para negociar con Inglaterra? Es algo que no estĆ” claro, pero Farnesio parecĆ­a ya predispuesto a no cumplir con su parte de la misiĆ³n.

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